Dije:
“Cuando Lo vea, ¿qué palabras Le diré?"
Cuando
Lo vi, perdí la palabra.
Rumi
TESHUVAH
Una sola
palabra
que el corazón
comprende
basta a veces
para hallar
la paz y el
sentido, el centro,
su aliento de
crisol.
Una sola
palabra
basta para
arder sin consumirse,
en medio de la
llama
el corazón,
ardiendo sin quemar.
Ese "tan sólo entregate a Mí", invitación amorosa de Krishna a Arjuna...
ResponderEliminarEse "malkutá di elaha", que se extiende por doquier y la mente humana es incapaz de ver...
Que palabra tan silenciosa: teshuvav
Otra palabra ensordecedora de lo silenciosa que es: emunah.
ResponderEliminarEs extraño que del germen de ternura y silencio de Jesús haya fructificado tanto ruidoso y furioso cristianismo.
Gracias, Marco, siempre bienvenido.
ResponderEliminarCreo que la raíz de ese ruido y esa furia es la absolutización de las creencias (o de la religión). Como defensa del ego, inseguro y asustado, esa mente que es incapaz de ver el Reino, se absolutiza lo que solo es relativo (un mapa, y no el territorio).
Durante siglos, y hasta hoy mismo, muchos pretendidos cristianos han adoptado posturas defensivas, tantas veces violentas, que revelan miedo e inseguridad. Cuando el significado de "creyente" es "quien no teme". Bendita "emunah".
Y han existido, y existen, verdaderos discípulos de Jesús que viven como Él nos enseñó y son ya “alter Christus”.
En Juan 14, 12-26 están las "claves".