Matrimonio místico de Sta. Catalina y Jesús, Zurbarán |
Nos creaste, Señor, para Ti y nuestro corazón
está inquieto hasta que no descansa en Ti.
San Agustín
En tu naturaleza, Deidad
eterna, conoceré la mía.
Y ¿cuál es mi naturaleza, Amor inestimable?
Es fuego,
porque tú no eres otra cosa que fuego de amor.
A todas las cosas y criaturas,
las hiciste por amor.
Santa Catalina de Siena
Santa Catalina de Siena se decía novia de Jesucristo. Le pidió tantas veces que se llevara su corazón y su voluntad que, en una visión, su Amado extrajo el corazón de su pecho. Desde entonces, afirmaba que vivía sin corazón.
Un tiempo después, en una nueva visión, el Señor vino a ella, llevando en sus manos un corazón resplandeciente. Era Su propio corazón, que daba a Catalina a cambio del suyo. Abrió su pecho y dejó allí tan divino don. Hay testigos que dicen haber visto la cicatriz que ese intercambio milagroso dejó en su pecho.
Desde muy joven, se volcó
en el estudio y la oración para alcanzar un doble conocimiento, que constituye
el núcleo esencial de su legado: el conocimiento de sí misma y el conocimiento de
Dios, que consideraba el fundamento de toda vida interior. Esta constante en sus
escritos fue fruto de otra experiencia espiritual que la transformó
profundamente. Así la relata su director:
Al principio de sus visiones, se le había aparecido Nuestro Señor durante la oración y le había dicho:
- "Has de saber, hija mía, lo que eres tú y lo que soy Yo. Si aprendes estas dos cosas, serás feliz. Tú eres lo que no es, y Yo soy el que Soy. Si tu alma se penetra de esta verdad, jamás te engañará el enemigo, triunfarás en todas sus trampas, nada harás contra mis mandamientos y adquirirás fácilmente la gracia, la verdad y la paz."
- "Y, ¿qué he de hacer?"
- "Piensa en Mí. Y Yo pensaré en ti."
El Señor dio a María Magdalena, la que tanto había amado, como madre espiritual a Catalina, quien murió a los treinta y tres años, después de una vida ascética, entregada a la contemplación y el amor de su divino Esposo.Al principio de sus visiones, se le había aparecido Nuestro Señor durante la oración y le había dicho:
- "Has de saber, hija mía, lo que eres tú y lo que soy Yo. Si aprendes estas dos cosas, serás feliz. Tú eres lo que no es, y Yo soy el que Soy. Si tu alma se penetra de esta verdad, jamás te engañará el enemigo, triunfarás en todas sus trampas, nada harás contra mis mandamientos y adquirirás fácilmente la gracia, la verdad y la paz."
- "Y, ¿qué he de hacer?"
- "Piensa en Mí. Y Yo pensaré en ti."
Incluso en los momentos más dichosos de nuestra vida, hay siempre un vacío que nada ni nadie puede llenar, solo ese Alguien que colma sin medida, porque lo que sentimos es precisamente el vacío de Su amor.
MARANATHA
Vi a mi
Señor con el ojo del Corazón.
Pregunté: “¿Quién eres?” Respondió: “Tú”
Al-Hallaj
Si
logro estar alerta, me descubro:
soy
atención serena y sostenida,
soy
la mirada fiel, soy el aliento
de
una respiración que me respira,
devolviendo
mi esencia al universo.
Si
logro estar alerta, Lo descubro:
es
todo para mí,
soy
todo para Él.
Soy
real en el centro de mi ausencia,
presencia
Suya al fin
y
para siempre.
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